Animación Misionera y del Voluntariado en sus diversas formas

La dimensión de la educación a la fe encuentra en la Animación Misionera y el Voluntariado en sus diversas formas, una continuidad que debe mantenerse y desarrollarse. La apertura a la vocación misionera y el compromiso social de la caridad en el voluntariado, son expresiones maduras de la educación a la fe y de la evangelización de los jóvenes[1]. La vinculación entre el voluntariado y la actividad misionera se expresa en el voluntariado misionero salesiano donde proponemos los valores del Evangelio con el testimonio del servicio desinteresado y solidario en la educación y en el compromiso socio-político, que alcanza las realidades de la familia, del trabajo y de la cultura[2]. La animación misionera no se limita a celebraciones o iniciativas ocasionales. Es, en primer lugar, un proceso continuado, cuyo fruto es la progresiva profundización del propio amor por Jesús y su pueblo. El servicio prestado por un/a voluntario/a, es considerado como voluntariado salesiano en cuanto es promovido por las comunidades salesianas o realizado en un contexto (Obra/Comunidad) salesiano y, de todos modos, para la realización de la misión salesiana. El voluntariado salesiano es una realidad organizada que promueve, durante un tiempo determinado, un programa de acción voluntaria, inspirado en los valores de la espiritualidad salesiana e inserta en el Proyecto Educativo Pastoral Salesiano


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