¿Qué haríamos nosotros sin los jóvenes en nuestras vidas?

¿Qué haríamos nosotros sin los jóvenes en nuestras vidas?

“Nos quedamos sin palabras. Los jóvenes, una vez más, nos evangelizaron”.

¿Escuchar a los jóvenes más que criticarlos? Respetarlos más que pretender su respeto. Amarlos en sus diferencias y rebeldías, que un día fueron las nuestras.

Los jóvenes “nos hacen mejores, ensanchan nuestro corazón, nos hacen más generosos y nos llevan a mirar la vida con esperanza y sonrisa. De verdad lo creo así. Y si un educador salesiano, consagrado o laico, no experimenta esto, entonces sencillamente es alguien que tan sólo trabaja y se gana la vida en el trabajo de la educación pero no vive con pasión el ‘arte de educar’”.

En diálogo con los jóvenes que participaron al Capítulo General 28 de los Salesianos, el Rector Mayor, concordaba con ellos en que siempre hay dificultades en el camino de la comprensión y del trabajar juntos, pero que  “la comunidad y los proyectos en común no se logran por afinidad y simpatía sino por opción en una misma causa y en similares valores. Lo demás viene fruto del esfuerzo y de la Fe”.

Hablando de los salesianos los jóvenes expresaban que “nos querían, que de verdad nos querían y amaban como educadores, como amigos, como hermanos, y como padres, ya que -añadían-, los jóvenes de hoy tenemos mucha falta de paternidad”.

“Nos piden que seamos sus compañeros de camino. Nos dijeron que no nos necesitan para que les digamos qué tienen que hacer y qué no hacer. Que no quieren que les pongamos las cosas fáciles. Qué no necesitan que les digamos cómo tienen que pensar y que vivir. Pero que sí nos quieren a su lado incluso cuando se equivoquen. Nos pedían que les acompañásemos en el camino de la vida. Que estemos cercanos a ellos en las etapas también de las grandes decisiones. Y yo me conmoví al escucharles decir, con lágrimas en sus ojos, que nos necesitaban para mostrarles que Dios los Ama, que hay un Dios que es Amor y que les ama incondicionalmente. Que alguien se lo tiene que decir una y otra vez a cada joven de este mundo”.

Ante estas expresiones dice don Ángel Fernández: “Nos quedamos sin palabras. Los jóvenes, una vez más, nos evangelizaron”.

Lea el artículo de forma íntegra en nuestro Boletín Salesiano Antillas: http://www.salesianosantillas.org/wp-content/uploads/2020/06/interior_Bolet%C3%ADn-Mayo_2020_web.pdf

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