El doctor venezolano José Gregorio Hernández fue beatificado este viernes en la iglesia del colegio La Salle de Caracas, en una ceremonia marcada por la pandemia que impidió que haya grandes multitudes y con la esperanza, precisamente, de que termine con el COVID-19.
En el inicio del acto, el cardenal Baltazar Porras recordó a todos aquellos que quisieran estar en el templo, donde solo han podido acceder 150 personas para prevenir contagios, o en sus alrededores y definió a Hernández, conocido como “el médico de los pobres”, como “el arquetipo de la bonhomía patria”.
De Hernández destacó que tuvo una “existencia volcada en hacer el bien a los demás” y subrayó que se dedicó al “estudio para servir mejor a la sociedad”.
En los alrededores de la Iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan los restos de José Gregorio Hernández, el padre Gregory Lobo explicó a la agencia de noticias EFE que el acto de este viernes fue “un acontecimiento histórico” y esperado “por todos los venezolanos”.
“Ha sido un trabajo arduo durante muchas décadas pero hoy vemos consumado el favor del santo padre, el papa Francisco”, sostuvo.
Para Lobo, “esto es el reconocimiento de la Iglesia Católica de las virtudes que brillaron en él y, desde hoy en adelante, se va a poder colocar en el altar la imagen de José Gregorio Hernández”.
Por su parte, el también sacerdote Andrés Villa Carmona pidió que la beatificación “no debe quedar solo en un acto, sino que debe marcar la vida de todos los venezolanos”, ya que considera que es un “ejemplo de santidad y virtudes”.
Finalmente, Villa replicó que el desde hoy beato “interceda ante Dios para que esta pandemia finalice”.
ADORNAR CON SU IMAGEN
El cardenal Baltazar Porras, uno de los que presidió la ceremonia de beatificación, pidió a los venezolanos adornar las entradas y ventanas de sus casas con la imagen de José Gregorio, a quien ya veneran como santo en el país sudamericano. “Adornemos las entradas de nuestras casas con la imagen de José Gregorio, con la bandera de Venezuela, del Vaticano”, pidió Porras.
De acuerdo con el religioso, estas manifestaciones se unirán a “tantas otras” que ya suceden en el país, al tiempo que dijo esperar que se produzcan vigilias de oración.
El entusiasmo en Venezuela por la beatificación llegó también al Parlamento, donde el oficialismo anunció que solicitará a la Iglesia venezolana una de las más de 160 reliquias de José Gregorio, que fueron confeccionadas con fragmentos de sus huesos.
MÁS CERCA DE SER SANTO
Nacido el 26 de octubre de 1864 en un pequeño poblado del occidental estado de Trujillo, José Gregorio Hernández se ganó su halo de santidad tanto en Venezuela como en los países del entorno por su labor en pro de los más desfavorecidos y sus reivindicaciones para reclamar más atención de los Gobiernos hacia las regiones del interior de Venezuela.
Por eso, ya es considerado un santo -rango superior al de beato en el seno de la Iglesia Católica- entre los más humildes de Venezuela y buena parte de la América andina, donde se le atribuyen numerosos milagros y donde los feligreses piden hace años su intervención para curarse de todo tipo de problemas médicos.
La Conferencia Episcopal Venezolana ha señalado que ahora José Gregorio Hernández estará más cerca del reconocimiento de su santidad, por lo que la causa de su canonización continúa y, para lograr su aprobación, requiere, al menos, un nuevo milagro.
En este sentido, Tulio Ramírez, obispo de Guarenas y vicepostulador de la Causa de Beatificación y Canonización del doctor Hernández, pidió hace tres días a los venezolanos que manifiestan haber recibido un milagro de José Gregorio que compilen documentos, exámenes y testimonios y los envíen a la mencionada comisión.
Fuente: EFE