Cada octubre la Iglesia celebra el mes del Santo Rosario, una oración querida por muchos santos a lo largo de la historia y que fue difundida por Santo Domingo de Guzmán por petición de la Santísima Virgen María.
Según cuenta la historia, en la antigüedad romanos y griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses, como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra “rosario” significa “corona de rosas”.
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que marchaban al coliseo romano para ser martirizadas, llevaban sobre sus cabezas coronas de rosas como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones para ir al encuentro de Dios. Estas rosas eran recogidas en las noches por los cristianos, quienes recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso de las mártires.
Durante siglos los fieles rezaron el rosario dividido en quince misterios: gozosos, dolorosos y gloriosos. Sin embargo, en octubre de 2002 fue presentada la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, en la que San Juan Pablo II añadió el rezo de cinco “misterios luminosos”, centrados en la vida pública de Jesús.
El Santo Rosario ha sido la oración preferida de muchos santos y pontífices. Así, en octubre de 2016 el Papa Francisco afirmó que “el Rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón”.
Asimismo, el mes de octubre está dedicado, tradicionalmente por la Iglesia, a la labor misionera, por motivo de la festividad de Santa Teresa de Lisiex, Patrona de las misiones
La Iglesia Católica vive el mes de octubre dedicado especialmente a despertar el Espíritu Misionero Universal de Todos los Fieles. Durante este mes llamado “mes de las Misiones” se intensifica la animación misionera.
En todos los países del mundo se hace oración por las misiones y por los misioneros que se encargan de llevar la palabra de Dios a los que no lo conocen o a los que lo han olvidado.
Además, el mes de octubre tiene un fuerte significado para la Misión, puesto que fue en este mes que se descubrió el Continente Americano, abriendo así una nueva página en la historia de la Evangelización.
El Rosario Misionero
El Rosario Misionero es una forma de oración que toma como base al Rosario tradicional, en la cual, por intercesión de María, se pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo. Es una oración mariana universal y misionera.
A mediados del siglo XX el obispo norteamericano, Monseñor Fulton Sheen, ideó este “Rosario Misionero” con el fin de ofrecer un material práctico para orar por las misiones y los misioneros. Convirtiéndose en un medio concreto para cumplir con el deber de la cooperación misionera espiritual que nos pide la Encíclica Redemptoris missio.
Su Santidad el Papa Juan XXIII rezaba el Rosario Misionero todos los días por el mundo entero, dedicando una decena a cada continente: “Como Papa debo orar por la humanidad entera y lo hago al rezar el Santo Rosario Misionero: la primera decena por África, la segunda por América, la tercera por Europa, la cuarta por Oceanía y la quinta por Asia”.
Está estructurado, al igual que el Rosario tradicional en cinco misterios, en cada uno de los cuales se pone como intención a uno de los cinco continentes. Las cinco decenas tienen sendos colores, que representan a cada uno de los cinco continentes desde el punto de vista misional, y recuerdan al que reza, la intención misional de cada decena.
1° Misterio, de color verde, se reza por África. El color verde, nos recuerda las verdes selvas habitadas por nuestros hermanos africanos.
2° Misterio, de color rojo, se reza por América. El color rojo, simboliza la sangre derramada por los mártires que dieron su vida durante la evangelización de este continente.
3° Misterio, de color blanco, se reza por Europa. El color blanco, nos recuerda a la raza blanca, originaria de este continente y al color de las vestiduras del Papa, que también tiene en él su sede.
4° Misterio, de color azul, se reza por Oceanía. El color azul nos habla de Oceanía, con sus miles de islas esparcidas en las azules aguas del Océano Pacífico.
5° Misterio, de color amarillo, se reza por Asia. El color amarillo nos trae a la memoria el Asia, poblado en gran parte por razas de este color.
Fuentes: ACIPRENSA, Catholic.net, Colegio Colegio Nicolás Bravo de Saltillo, A. C., Instituto Tabasco Mexicano