Jarabacoa, La Vega- Este miércoles 11 de noviembre, 53 casas fueron entregadas a familias vulnerables de las comunidades parroquiales de Jarabacoa, gracias al apoyo, gestión y coordinación de la Parroquia María Auxiliadora y el financiamiento de FUNDEPAZ NY.
El Acto de entrega de las viviendas inició con la Eucaristía de acción de gracias en la Parroquia María Auxiliadora, presidida por Monseñor Héctor Rafael Rodríguez, Obispo de la Diócesis de La Vega, donde luego se trasladaron a las casas de las familias beneficiadas, para bendecirlas y entregarlas, en presencia de todas las personalidades involucradas en este proyecto.
FUNDEPAZ es una organización sin ánimo de lucro, legalmente constituida en los Estados Unidos, creada y liderada por el padre Luis Fernando Echaverri desde el 2001, en New York.
Este proyecto dio inicio en febrero de este año, con las visitas del equipo de la parroquia a las comunidades, para luego ser evaluadas y seleccionadas las familias beneficiadas.
“Nosotros pensábamos que no íbamos a encontrar 30 familias y aparecieron tantas que nos quedamos cortos de casas” expresó el padre Jesús Baltazar Santana, Párroco de la Parroquia María Auxiliadora de Jarabacoa.
En dichas visitas, con el objetivo de poder dar una mayor calidad de vida a las personas beneficiadas, se evaluaron las condiciones en las que viven, dándole prioridad a las familias con niños. De las 53 casas construidas, 43 pertenecen al territorio parroquial de María Auxiliadora, distribuidas en los campos de las diferentes comunidades y de las demás parroquias de Jarabacoa.
Las casas están valoradas en aproximadamente 8,000 dólares, las cuales se encuentran amuebladas con comedores, estufas, camas, tanques de gas, entre otros mobiliarios; las mismas tienen desde 2 hasta 4 habitaciones, dependiendo la necesidad de cada familia, con su baño y cocina dentro.
Los beneficiados firmaron un contrato donde se comprometieron a cuidar y velar por mantener el buen estado de la propiedad y tenían la responsabilidad de realizar las excavaciones para los cimientos de las casas y el pozo séptico.
Este proyecto ha ayudado, tanto a las familias beneficiadas, como a otras personas de la comunidad parroquial, ya que ha sido fuente de empleo para albañiles, pintores, ferreteros, fabricantes de ventanas, entre otros; también ha sido de apoyo a la producción local, ya que parte del mobiliario de las viviendas fue fabricado en el país.