Santifiquemos la Semana Mayor

Santifiquemos la Semana Mayor

Se acerca Semana Santa, la más importante del año, y revivamos con Jesús los momentos decisivos de nuestra redención.

Por el bien de nuestra alma, conviene sobremanera el que vivamos a plenitud el significado de la Semana Santa. Meditar con la Iglesia cada día los acontecimientos que vivió nuestro Redentor, unidos a Él, en oración constante, para dejarnos transformar por Él en Él.

La Iglesia nos guía, desde el Domingo de Ramos, a la Cruz y a la Resurrección, sobre cómo vivir la Semana Santa. Y es que, en la Semana Santa conmemoramos la crucifixión, muerte y resurrección del Señor. Son días especiales para acompañar a Jesús con oración y penitencia.

Caminaremos espiritualmente junto a Él hacia la Pascua donde, con su resurrección, nos recuerda que venció a la muerte y que anhela que gocemos en el cielo junto a Él por toda la eternidad. Pongamos a Dios en en el centro de nuestra vida, el lugar que le corresponde, y acompañémosle en cada una de las celebraciones propias de este maravilloso tiempo litúrgico que inicia con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua. Hagamos un recorrido, día por día.

El Domingo de Ramos

Recordamos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Los ramos nos hacen recordar la alianza entre Dios y su pueblo, confirmada en Cristo.

El Jueves Santo

Este día inicia el misterio pascual de Cristo.

“Nuestro Señor instituye la Eucaristía para que podamos tenerle siempre cerca y –en lo que nos es posible entender– porque, movido por su amor, quien no necesita nada, no quiere prescindir de nosotros”. San Josemaría.

Recordamos a Jesús antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el testamento de su amor e instituyó la Eucaristía y el sacerdocio. Al terminar, Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos donde después fue prendido.

Por la mañana, los obispos se reúnen con los sacerdotes de sus diócesis y bendicen los santos óleos. El lavatorio de los pies tiene lugar durante la Misa de Cena del Señor.

El Viernes Santo

El Viernes Santo es el momento culminante del Amor de Cristo. Le acompañamos en su Pasión: desde la agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos hasta la flagelación, la coronación de espinas y la muerte en la Cruz. Lo conmemoramos con un Vía Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.

El Sábado Santo y la Vigilia Pascual

Es un día de silencio en la Iglesia: Cristo yace en el sepulcro y la Iglesia medita, admirada, lo que ha hecho por nosotros el Señor.

La celebración de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo es la más importante de todas las celebraciones de la Semana Santa, porque conmemora la Resurrección de Jesucristo.

Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

Abramos nuestros corazones para vivir este tiempo santo y recibamos a Jesús en nuestras vidas.

Nos hacemos eco del calendario de algunas iglesias y zonas pastorales. Les animamos a que investiguen en sus parroquias o en las iglesias mas cercanas adonde estarán y puedan recibir los sacramentos.

¡Santifiquemos la Semana Mayor!

Autora: Leonor Asilis.

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