Por Juana Díaz
Recientemente, tuvimos el grato placer de recibir la visita del Rev. Padre Ramón Alonso Beato SDB. El Padre Alonso se encuentra desde hace varios años en su natal Salamanca, España, reponiéndose de algunos problemas de salud y ya retirado de su labor. Pero durante todo este tiempo había añorado volver a la República Dominicana, donde desarrolló su ministerio dentro de la Orden Salesiana.
Esa visita era esperada porque la plenitud de su vida la dedicó el Padre Alonso a trabajar en las mejoras del sistema educativo dominicano en diversas funciones desempeñadas.
Una de las instituciones que visitó varios días fue la Universidad Católica Santo Domingo ( UCSD ), a la que dedicó 29 años de labor ininterrumpida, primero como Decano de Humanidades y Educación, después como Vicerrector académico y luego Rector hasta el año 2013. A esta institución le entregó sus conocimientos y experiencias en el ámbito de la educación y del trabajo con los jóvenes. Dejó innumerables afectos y agradecimientos en todos aquellos que lo conocieron y tuvieron la honrosa experiencia de trabajar con él. Por ello, se le recibió ahora con tantas muestras de cariño.
La UCSD le otorgó en esta ocasión, junto a Monseñor Pablo Cedano y al P. Julio Soto, SDB, el título de Doctor Honoris Causa en Humanidades, justo reconocimiento a una vida dedicada a hacer obras de bien, con humildad y humanismo, contribuyendo al desarrollo del sistema educativo, tanto preuniversitario como universitario, en la República Dominicana. En su entrega a los demás ha dicho que hacer el bien es un “buen negocio, porque el que lo hace casi siempre recibe más satisfacción que el que lo recibe”. Por eso era imprescindible reconocer su trayectoria, devolviéndole un poco de todo lo que entregó.
El Padre Alonso ya regresó a España, pero, como siempre, dejó los corazones plenos de satisfacción, cariño y respeto. Si él manifestó a su regreso que esta visita le había dado nueva vida, a todos los que estuvieron compartiendo con él también les dio vida y deseos de continuar su obra, aunque sea difícil, aunque haya que insistir mucho para que todo mejore. Ese es el compromiso para cumplir con su legado.